Drone by Drone, firma operadora de drones, ofrece formación a través de una escuela de pilotos de drones en la que se obtiene la titulación necesaria para operar de forma profesional con esta novedosa tecnología.
La escuela nació en 2005, en el momento en que comenzaba a regularizarse jurídicamente el uso de drones y como una necesidad para ocupar un nicho de mercado y de oportunidades laborales emergente. La titulación que ofrecen en la escuela es necesaria en caso de hacer un uso profesional del dron, y no haría falta si se utilizan de forma recreativa sin ánimo de lucro. Cuando las imágenes tomadas con el dron tienen una finalidad monetaria o publicitaria, se requiere este título, que comprende un certificado teórico y otro práctico. Además, es necesario un certificado médico aeronáutico en vigor.
“Tenemos muchos alumnos, es un sector en auge. La formación supone un tercio de la facturación de nuestro negocio y actualmente tenemos una media de 60 alumnos al año, aunque creo que este número aumentará a medio plazo, porque es un sector nuevo y con esperanza profesional” comenta Ander García, gerente de Drone by Drone.
Entre el alumnado de la escuela pilotos de drones se encuentran varios perfiles; personas que empiezan desde cero y quieren que esta titulación les sirva para crear su negocio o trabajar como operadores de drones, por ejemplo para el sector audiovisual. Y otros alumnos que lo utilizan como complemento a su profesión, como por ejemplo arquitectos, topógrafos o agricultores, que utilizan los conocimientos adquiridos como herramienta de su trabajo diario en su campo de gestión.
Las posibilidades laborales de un operador de drones tienen buena perspectiva debido a que el abanico de trabajos que puede realizar un dron es muy amplio, aunque tiene la limitación de la normativa vigente.
“El crecimiento del sector de los drones es real, pero tenemos una limitación a nivel legislativo. La ley actual, de finales de 2017, permite trabajar de manera flexible y efectiva en muchos más sitios que antes, pero a nivel práctico no ha sido puesta en escenario. Aunque está claro que el sector está evolucionando a pasos de gigante y es cuestión de tiempo que se autoricen más operaciones” añade Ander.
Drone by Drone fue la primera empresa habilitada por la agencia estatal de seguridad aérea en Euskadi y ofrece servicios diversos mediante la operación de drones. Además de la consultoría aeronáutica y la escuela, destacan por un lado sus trabajos audiovisuales y por otro los técnicos, que van desde la fotogrametría, hasta la arqueología, la geología, la agricultura de precisión o trabajos en el ámbito de la seguridad, emergencias y en la industria.
“Actualmente se están haciendo cosas impensables hace unos años, como los aerotaxis en Dubai o Japón, el tema de la vigilancia aérea o la aplicación de drones en la industria 4.O. Apoyados en la tecnología y cuando la legislación lo permita, tendremos un campo de actuación inmenso” defiende Ander.