La empresa vasca Bizkor ha evolucionado en su oferta y brinda a sus clientes un servicio integral en seguridad, que abarca desde la intrusión, la detección de incendios, el circuito cerrado de televisión (CCTV) o el control de accesos, hasta la presencia, el control horario de los trabajadores. Ofrecen un servicio de asesoramiento al cliente para que tenga una visión clara de sus necesidades concretas en la materia.
Bizkor comenzó su andadura hace más de 40 años centrados en los sistemas de detección y extinción de incendios, y con los años han ido diversificándose y apostando por una cobertura integral de la seguridad en las empresas, particulares e instituciones que confían en sus servicios.
“Hay clientes que tienen diferentes proveedores, uno para extintores, otro para alarmas, otro para cámaras. Nosotros somos un único proveedor que abarca toda la seguridad” añade Andoni Rodríguez, responsable técnico de la firma.
Destacan la importancia del asesoramiento a la hora de contratar un servicio de seguridad, y apuestan por ello, visitando la instalación a priori para hacer un estudio previo de la situación.
“Es un factor indiscutible visitar la instalación, vivienda, fábrica o museo, antes que nada. El asesoramiento es esencial. Hay un gran desconocimiento cuando se compra seguridad. Por ejemplo, hay cámaras de seguridad desde los 100 a los 3000 euros, alarmas de robo desde 600 a 10.000. A cada cliente se le asesora con lo que más se ajusta a su perfil, con lo que necesita”, comenta Rodríguez.
Su valor añadido es la cercanía, la rapidez en la gestión y la competitividad en el precio. Además, cuentan desde hace 5 años con una central receptora propia, con servicio a nivel nacional. Se trata de un call center con personal propio que atiende las 24 horas. Desde él se gestionan todas las alarmas: de incendios, de intrusión etc. También se gestiona si hay que hacer una verificación de cámaras porque ha habido una intrusión o si hay que tramitarlo con seguridad privada. Todas estas gestiones se hacen bajo normativa vigente y reguladas por seguridad privada.
Ofrecen calidad y globalidad en el servicio; cuentan con las homologaciones necesarias para cubrir desde cambiar un extintor vacío hasta enviar a un técnico cualificado para gestionar unas cámaras, una alarma de robo o un control de accesos.
“No subcontratamos nada. Toda la cadena, desde el diseño hasta la mano de obra, la hacemos con gente propia” añade Andoni.
Trabajan para la administración pública, muchas empresas del sector industrial, así como para particulares y museos, entre otros. Llevan 4 años en un proyecto de seguridad ciudadana destacable en el sector. Trabajan con la policía municipal para dar soporte a las necesidades tecnológicas necesarias para cubrir ciertos eventos con cámaras de seguridad.
Con sede en Bizkaia, tienen delegaciones en Álava y Navarra. Hace unos años crearon una rama en Galicia para ofrecer cobertura nacional con otras 25 empresas en el estado. Ahora miran al exterior.