La empresa vasca Hergoros lleva más de 50 años trabajando en el mantenimiento, rebobinado y reparación de todo tipo de motores eléctricos. Desde hace más de veinte, se han especializado en el sector del ferrocarril, y se dedica a la reparación y el mantenimiento de sus motores de tracción.
Trabajan para las grandes compañías ferroviarias fabricando bobinas que montan en los motores. También realizan el rebobinado y el mantenimiento de los mismos. Las bobinas son de baja y media tensión y de varios tipos: de pletina abiertas y cerradas, de hilo… Se dedican a hacer reparaciones completas y puestas a punto de motores eléctricos de todo tipo: de corriente alterna (baja y media tensión), continua, de tracción y generadores.
La reparación de los bobinados se realiza con los mejores materiales, capaces de soportar altas temperaturas, humedad y picos de tensión. Los bobinados se realizan en sus talleres con procedimientos manuales, lo que proporciona un acabado de calidad.
“En las labores de mantenimiento se hace una revisión exhaustiva del motor para comprobar si esta estropeado; si está “quemada” la parte del bobinado, hay que hacer un bobinado nuevo. Esta es una de las reparaciones más habituales de los motores” nos comenta Silvia Hernández, gerente de la firma.
A nivel estatal apenas tienen competencia en el sector y cuentan con el apoyo de una larga trayectoria dedicados al mantenimiento industrial. Entre sus clientes del sector del ferrocarril están, Renfe, Bombardier, Euskotren o Metro de Barcelona entre otros. Aunque también dan servicio a otros sectores que incluyen el energético, eólico o naval, entre otros. Cementos Lemona, Productos Tubulares, Tubos Reunidos, Renolit o Grupo Arcelor también confían en ellos a la hora de reparar sus motores industriales.
Además, se dedican a la fabricación a medida de calentadores por inducción según la demanda de sus clientes, que los solicitan de acuerdo a sus necesidades específicas. Sirven para dilatar piezas bien por su interior o exterior y facilitar así el montaje de las mismas. La fabricación de calentadores supone solo un 5% del total de su facturación. La empresa está centrada casi en exclusiva en la reparación y el mantenimiento de motores eléctricos.
Esta empresa familiar nació en 1962 en Barakaldo, abasteciendo con sus servicios al gran tejido industrial que se forjaba en la zona; trabajaban para Altos Hornos, astilleros etc. A partir de 1994 cambiaron su ubicación y dejaron atrás su antiguo nombre: Bobina Motor. Comenzó ahí su especialización en motores para ferrocarriles adaptándose a los nuevos derroteros del mercado. La empresa de servicios mira al futuro con optimismo, siempre pendiente de las demandas de sus clientes para ofrecerles el mejor servicio en la reparación y puesta a punto de sus motores eléctricos industriales.