En los obradores de la familia Bizkarra en Usansolo, Bizkaia, la Navidad ha llegado hace tiempo. A punto de cumplir los 65 años de oficio, esta saga de panaderos y pasteleros ha reeditado sus dulces navideños y se prepara para entrar en la etapa más intensa del año. Sus elaboraciones se identifican por fusionar tradición y innovación en propuestas originales.
En el obrador de pastelería se utilizan los sabores de la tierra; se rescatan y recrean antiguos productos, recetas y procedimientos heredados de sus antepasados, recogiendo lo más representativo de la pastelería artesana de Bizkaia y vasca.
El trío de turrones vascos Bizkarra integra tres especialidades muy diferentes en cuanto a su historia, elaboración y sabor: Turrón de queso de Urkiola, turrón de Intxaursaltsa y Sokonusko.
El más llamativo por su contraste de sabores es el turrón de queso de Urkiola, que se elabora con el queso artesano que se hace en la pequeña quesería de los Bizkarra-Legorra en Urkiola, con la leche de oveja de su propia cabaña. Es un queso de larga curación que le aporta al turrón un aroma y una entrada en boca intensa, pero resulta muy suave en el paladar al integrarse con el resto de ingredientes, como la almendra y el chocolate blanco. Esta suavidad es lo que conecta con el gusto de la mayoría, además de ser un turrón de culto para quienes disfrutan del queso.
La historia del turrón de Intxaursaltsa se remonta a tiempos muy antiguos, cuando la Intxaursaltsa era el principal de los postres vascos de Navidad. Se elaboraba con nueces, leche, canela, azúcar, chocolate… que se cocían durante largo tiempo y se disfrutaba a cucharadas. Era uno de los postres que no faltaban en la mesa de Navidad de los Bizkarra y que hace más de 15 años inspiró a Eduardo Bizkarra a versionar en un turrón. Con los mismos ingredientes que utilizaban las amamas de la familia y nueces de cosecha propia creo este cremoso turrón que tiene como base un praliné de nueces. Es uno de los pocos que se elaboran con nueces, lo que da identidad a su sabor.
El Sokonusko se elabora únicamente en Bizkaia. Su origen se atribuye a un aventurero vizcaíno que viajó en el siglo XVII al Nuevo Mundo en busca de fortuna y recaló en la localidad de Santa Ana de Soconusco. De allí trajo un cacao autóctono que se empezó a utilizar en la pastelería que su familia tenía en Bilbao y daría lugar a esta elaboración. Este turrón tiene un característico aspecto tricolor debido a se elabora con tres tipos de chocolates -praliné de chocolate blanco, tostado y de trufa-. Se identifica también por su finísima textura, que prácticamente se deshace en la boca.
Los turrones se complementan con la gama de trufas de queso de Urkiola, trufas de Intxaursaltsa y trufas de aceite de oliva de Moreda de Álava.
El creciente éxito de los turrones artesanos vascos y las trufas ha llevado el apellido, la marca y los dulces Bizkarra mucho más allá del País Vasco y animó a la familia a abrir su tienda online bizkarra.com para enviarlas a cualquier punto de la península en un plazo de tres días laborables.
Bandejas dulces y cestas de Navidad
Con sus especialidades más representativas Bizkarra ha creado sus nuevas bandejas dulces y cestas de Navidad. Son una selección de dulces típicos navideños variados en atractivas presentaciones listas para servir en la mesa. Están pensadas para regalar, para llevar como detalle a los anfitriones, si se va de invitado, o como cestas de navidad para empresas. La propuesta es poner una nota dulce, artesana y original… algo diferente.
Incluyen surtidos variados de turrones y trufas, que se combinan con polvorones elaborados con harina de trigo alavés certificado Eusko Label, mazapanes, frutas chocolateadas… incluye también detalles especiales como una tabla de quesos y una caja de intxaursaltsa, entre otros.