En los últimos 10 años Bilbao ha sabido transformarse para atraer al visitante. El Museo Guggenheim ha sido la avanzadilla del nuevo estilo de la Villa y el motivo de interés que la ha colocado en las rutas de viajeros de todo el mundo.
Pero nuestra aspiración no debe quedarse ahí, en el objetivo de hace una década. Ahora es momento de marcarnos nuevas metas para la propia ciudad, en el ámbito del turismo y la hostelería, y de desarrollar una oferta global que nos permita alcanzarlas.Cuando el Hotel Conde Duque inició su actividad su enclave estaba marcado por el carácter industrial de la ciudad y era estratégico para el visitante tipo de Bilbao, venido a nuestra ciudad por motivos de negocios. Hoy, sin moverse de su sitio, el hotel se encuentra en medio de la zona de cultura y esparcimiento más importante de la ciudad, y su ubicación sigue siendo estratégica para el nuevo perfil del turista de ocio, atraído por el Mueso Guggenheim. Bilbao ha ganado en visitantes en la medida en que la industria se ha retirado de las orillas de la ría, pero han sido en los últimos 15 años donde se han producido los saltos más importantes en cantidad, tipo de visitante y en la oferta turística de la propia ciudad. La necesaria transformación de la ciudad ha traído consigo una completa reestructuración de nuestro sector, tanto para adecuar la oferta a una nueva demanda como para desarrollar nuestros servicios de acuerdo a una nueva manera de entender el negocio. Así, hemos visto doblar el número de visitantes de la ciudad -en 1992 rondaba los 250.000 y actualmente superan los 520.000- e igualmente el número de pernoctaciones; y hemos desarrollado una oferta amplísima de establecimientos hoteleros, que se ha incrementado en más del 50% sobre el de principios de los noventa, y todavía aún continúa creciendo. Si, Bilbao estaba al fin en el mapa, superando las propias expectativas locales sobre nuestra ciudad, que se han expresado siempre en una popularísima canción, una bilbainada, que afirma “Bilbao es tan pequeño que no cabe en el mapa…” Sin embargo, hay elementos que nos hace pensar que vivimos “estancados” en este viejo sueño de colocarnos en el mapa, sin poner la vista en el futuro: la tasa de ocupación hotelera anual no ha acompañado este “boom”, manteniendose en el 49% y la estancia media anual del visitantes es prácticamente igual que hace 15 años, pasando del 1,80 al 1,86 actual. Y es que, por lo general, el visitante llega, visita el Guggenheim y se va.¿Hacia dónde?Bilbao puede aspirar a metas más altas en el aspecto turístico, pero para ello se debe realizar una nueva trasformación; desarrollar una nueva oferta para que esta “llamada” al visitante se mantenga en el tiempo, invitándole a vivir lo mejor de la ciudad. Gastronomía, paisaje, arquitectura industrial, todas nuestras manifestaciones culturales peculiares….disponemos de manera “natural” de múltiples elementos de interés que se ven aderezados con eventos únicos que se están organizando en la ciudad, centrando en ella la atención internacional: desde el circuito urbano bilbaíno dentro de la World Series en 2005 hasta el Bilbao Live Festival de este verano y la Final Chess Masters, celebrado en el Casco Viejo de Bilbao hace unos días, con los mejores ajedrecistas del mundo. Esto sin olvidar la importancia del Bilbao Exhibition Centre (BEC) como elemento tractor de visitantes, que debe hacer un esfuerzo importante para cumplir con los objetivos para los que fue diseñado.Con todos estos atractivos disponibles debemos construir una amplia oferta de turismo activo para todo tipo de público, que incluya un servicio completo e ininterrumpido a lo largo de todos los días y todas las épocas del año, y en el que los establecimientos hoteleros podemos contribuir. Así, empiezan a generalizarse propuestas “empaquetadas” donde se incluye, bajo un precio cerrado, el alojamiento combinado con otras actividades lúdicas –gastronómicas, deportivas- o relacionadas con la salud. El objetivo es recoger la petición de un creciente número de personas que demandan “la experiencia de vivir Bilbao” bien organizada. Ya sea un itinerario por los mejores museos de la ciudad, un recorrido en piragua para divisarla desde su arteria principal o una ruta rupestre por nuestras cuevas, recientemente declaradas por la UNESCO patrimonio de la humanidad…el visitante puede obtener una visión global de los atractivos de la zona y una emocionante perspectiva que le traslada una clara idea: merece la pena quedarse. Carmelo Kortabitarte Presidente de la Asociación Hotelera Destino BilbaoDirector del Hotel Best Western Conde Duque de Bilbao