Una gestión energética adecuada es un factor muy relevante en la competitividad de la pyme industrial, por lo que afecta a los ahorros, la sostenibilidad y la diferenciación, entre otros aspectos.
Desde su experiencia de 25 años trabajando en el ámbito de la eficiencia energética EDE Ingenieros ha sintetizado las claves de una buena gestión energética, basadas en los resultados obtenidos en su trayectoria. La estrategia con la que esta ingeniería consigue ahorrar hasta un 10% del consumo energético se basa primeramente en un enfoque global; en considerar la energía como una dimensión integral en la empresa que afecta a todos los departamentos, incluidos los de compras, producción y mantenimiento. Con esta visión integral se aborda la mejora energética como un objetivo a medio-largo plazo, partiendo de las necesidades reales de los procesos productivos para plantear estrategias de ahorro que den resultado. En este enfoque adquieren toda su eficacia herramientas como las auditorías energéticas, que permiten un análisis de la situación como parte integrada de un plan estratégico amplio.
Para una gestión energética adecuada en EDE Ingenieros se abordan cuatro fases de trabajo fundamentales: analizar los procesos, medir los consumos, establecer repartos energéticos y realizar el seguimiento y control posterior. A partir de estos puntos se pueden implementar todas las medidas necesarias para optimizar adecuadamente los sistemas.
Se trata de un ciclo de mejora continua; un proceso que tiene que estar activo a lo largo del tiempo para ir ajustando el sistema a las modificaciones que se producen, ir encauzando las desviaciones que se cometen y profundizar sucesivamente. De esta forma se puede entrar a analizar elementos concretos que en una primera visión aparecen en segundo orden, pero también implican ahorros. Este análisis cíclico es necesario para llegar a las conclusiones adecuadas, ya que en cada nueva auditoría energética salen nuevos resultados, hay desviaciones, se han producido cambios, surgen otros elementos…
En este proceso, EDE Ingenieros remarca la importancia de que las pymes industriales cuenten con una persona responsable del ámbito energético. Que entienda la energía y tenga capacidad de interlocución con otros departamentos de fábrica: con el de mantenimiento, con la ingeniería cuando se hacen las instalaciones, etc. Que impulse el trabajo en común con una visión a medio plazo para que las estrategias planteadas vayan dando resultados y conseguir ahorros importantes.
Entre estas estrategias, EDE Ingenieros señala algunas muy válidas para mejorar la eficiencia energética en plazos cortos, como optimizar las actividades auxiliares ominipresentes en la industria. Por ejemplo, las instalaciones de aire comprimido, que no son elementos centrales de la producción, pero es una tecnología que gasta mucha energía y es muy ineficiente. Centrarse en optimizar los equipos auxiliares puede suponer un 20% de un 30% de la energía, lo que significa un ahorro de costes relevante en una empresa que consume mucho.
Además, afirman la necesidad de cambiar el enfoque habitual de realizar actuaciones de ahorro energético solo cuando se realizan cambios de equipos. Vista la importancia del diseño de las instalaciones y de la organización del trabajo en una buena gestión energética, hay que aprovechar el cambio de líneas en las empresas para abordar la eficiencia porque implica un coste evitado. Una vez la instalación está realizada va a resultar mucho más difícil llevarlo a cabo.
Trabajando con estas premisas y en alianza con sus clientes EDE Ingenieros consigue ahorros importantes. “Si se llevasen a cabo todas las medidas de ahorro resultantes de los análisis que realizamos, podemos hablar fácilmente de ahorros del 10% del consumo energético. En algunos casos hasta un 15%”, afirma Mariano Sánchez, gerente de la ingeniería.
En cuanto a la metodología de trabajo, en EDE Ingenieros ayudan a las empresas industriales a implantar un sistema de gestión energética a medida de sus necesidades. Desde empresas que quieren obtener la certificación ISO 50001 o quienes ya la han obtenido y necesitan desarrollarla, hasta quienes quieren estructurar un sistema de gestión previo. “Un sistema de gestión energética no es un procedimiento estándar, sino que requiere de una adaptación acorde a los procesos y a las organizaciones”.