El Eguzkilore, la flor de cardo silvestre que antiguamente colgaban los vascos en la puerta de entrada del hogar para protegerse, vuelve a estar presente hoy en forma de joyas que cuelgan en los escotes, orejas y solapas de mujeres y hombres que, de algún modo, dan continuidad y pervivencia a una vieja creencia mitológica.
Broches, colgantes, alfileres de Eguzkilore…en versión oro o versión plata, son hoy joyas populares entre todo tipo de público: el que busca una pieza diferente y totalmente original, el que valora el significado de su historia….hasta hay quien la lleva con la intención de convertirla en su amuleto, por si pudiera conservar alguna cualidad mágica…Era un creencia tan extendida en su tiempo, que…¿quién sabe?Son estas unas piezas que cuentan la historia de la flor Eguzkilore original, con el objetivo de recrearla con el uso de las joyas. Una historia que se ha perdido en las nuevas generaciones. Lo cierto es que las viejas leyendas en torno a la flor han interesado, las joyas han gustado y sus creadores, los joyeros Zuluaga, han superado todas sus expectativas.Una historia ancestralSi la belleza de las piezas, especialmente el broche de oro y los colgantes grandes, no ha dejado indiferente a nadie, conocer el significado del Eguzkilore en la cultura vasca ha sido lo que ha propiciado su éxito. Esta flor simbolizaba el poder del sol y a ella le atribuían todas sus propiedades benefactoras. Se ponía en la puerta de entrada de los caseríos para proteger el hogar de los espíritus que habitaban en la noche, de las tormentas y de otros posibles peligros. Esta vieja costumbre seguía viva en muchos caseríos en tiempo de nuestros abuelos, que todavía contaban episodios sobre el poder del Eguzkilore, transmitidos por sus antepasados. A los Zuluaga les relataban una historia de quién sabe cuanto tiempo atrás. En ella las Lamias (personajes mitológicos), llegaban a las noches a los caseríos para llevarse a los niños pequeños de la casa, pero para poder entrar tenían que contar correctamente los pétalos del Eguzkilore colgado en la puerta. Como no sabían contar bien, y se equivocaban, tenían que empezar de nuevo una y otra vez, sin dar con la respuesta que les permita traspasar la puerta. Así se pasaban toda la noche, hasta que se hacía de día y los primeros rayos de sol les hacían escapar. Era así como el Eguzkilore cumplía su función protectora. Piezas originales de autorAnder e Igotz Zuluaga han sido los autores del Eguzkilore joya, realizada a imagen y semejanza de la flor original e inspirada en las historias que oían en su casa sobre los poderes de esta mágica flor.Con estos elementos, mucha documentación posterior, y un amplio análisis sobre los mejores materiales para llevar a cabo las piezas, han ido dando forma en su taller de Galdakao a diferentes bocetos de Eguzkilore, hasta que han materializado el resultado que satisfacía todas sus exigencias. Realizado el diseño definitivo, se han centrado en completar la colección y en proteger su autoría, a través del registro del diseño y la marca, así como de una packaging que certifica la autenticidad de cada pieza. www.eguzkilorejoya.com