El correcto funcionamiento de un parque infantil de interior, y su seguridad, se basan en el mantenimiento e inspecciones rutinarias del mismo, siguiendo la recomendación del fabricante. Como fabricante de parques infantiles homologados según la normativa europea, Icolandia recomienda realizarlo siempre con personal cualificado y con un buen planning de inspecciones. Según Pedro Ibarra, gerente de esta empresa “La seguridad y funcionalidad del parque infantil depende primeramente de la calidad del producto y su fabricación pero hay que garantizar que esa calidad se mantiene en todo el ciclo de vida de la instalación con un buen control de mantenimiento” .
En este sentido, desde Icolandia se prescribe realizar tres tipos de inspecciones imprescindibles en las áreas de juego: La inspección visual, la funcional y la principal anual, registrándolas en cada caso para su estudio y posterior seguimiento.
La primera consiste en evaluar, mediante una inspección visual en profundidad, los deterioros en el área de juego ocasionados por el uso de los equipos, por efectos de los agentes climatológicos o acciones vandálicas. Su periodicidad debería estar “entre los 2 o 3 días, e incluso diaria en determinados casos, pero nunca superior a los 30 días”, afirma el gerente de Icolandia. Cada vez que se lleve a cabo esta inspección se debe rellenar y archivar la ficha pertinente creada para su registro.
Con la inspección funcional se tratará de comprobar el correcto funcionamiento de todos los elementos que componen el área de juego: anclajes, estado de las piezas, desgastes, mantenimiento de niveles, estado de los componentes… Esta comprobación debe realizarse con una frecuencia de entre 1 y 3 meses. Al igual que con el resto, hay que cumplimentar el parte de inspección correspondiente, añadiendo todo aquello que pudiera comprometer la seguridad del parque.
Por último, la inspección anual tiene la finalidad de comprobar la seguridad de las fijaciones, las superficies, los recubrimientos y la aparición de corrosión o podredumbre en los equipos. “Debe hacerse al menos una vez al año”, afirma este profesional, “buscando asegurar la máxima durabilidad y fiabilidad de todos los elementos que componen la instalación, e introduciendo aquellas mejoras que sean pertinentes para subsanar los problemas encontrados”.
Es recomendable, según Icolandia, que la persona o entidad que lleve a cabo estas tareas de inspección esté acreditada para tal efecto y sea ajena a las infraestructuras del parque: “de esa forma puede aportar una información complementaria y objetiva, lo que contribuye a una mejora continua en la gestión y la seguridad del área de juego”. Para el responsable de esta firma, una buena calidad en la fabricación, sumada a una buena calidad del mantenimiento da como resultado un parque infantil de interior que “puede durar generaciones; así lo comprobamos con nuestros parques, infantiles, con algunas instalaciones realizada en 1997 que hoy siguen a pleno rendimiento.”
La firma Icolandia, especialista en parques infantiles de interior homologados, tiene más de 20 años de trayectoria y el 80% de sus parques infantiles se instalan en Europa, superando una alta exigencia de calidad.