Estamos atravesando un periodo complicado en todos los aspectos, y lo es también para quienes trabajamos en el sector hotelero en Bilbao. Nuestra situación no viene definida esencialmente por la mayor o menor entrada de visitantes; más allá de estos datos, que pueden dar la perspectiva errónea de una situación más o menos “estable”, en la capital nos enfrentamos a una caída de rentabilidad que puede rondar el 20% respecto a años anteriores y que debe llevar a una reflexión.
Hoy, el precio del alojamiento en Bilbao está por debajo del de bastantes capitales a las que se iguala o se supera en otros servicios turísticos. Entre otros factores, esto ha venido propiciado por una guerra de precios que en algunos casos se ha utilizado como estrategia frente a la crisis, y que no ha hecho más que agravar la situación de partida. Quizás pueda ser beneficiosa a corto plazo para quien la promueve atrayendo cierta demanda, pero a costa de mermar la calidad de su servicio y de devaluar el conjunto de la oferta de la ciudad. Y si pensamos un poco, quien elige el destino en función del mínimo coste siempre encontrará alguna oferta más atractiva que le lleve a otro lugar.Muy al contrario, en un momento en que el cliente está informado y tiene un alto nivel de exigencia, responder a sus expectativas supone cuidar y atender a todos los detalles en la prestación de los servicios. Creo que en este contexto, la respuesta a la actual situación pasa por incentivar la demanda con un mejor servicio, mayor oferta y más atractiva, promoviendo la inversión en planes de desarrollo a medio y largo plazo. En esta línea, la apuesta por las nuevas tecnologías es una vía muy efectiva para simplificar procesos administrativos y abaratar costes a la vez que nos permite proporcionar al cliente un servicio más eficaz e incluso nuevos servicios de valor añadido para disfrutar de más comodidad durante su estancia. Así lo estamos comprobando en nuestro caso con la implantación de un novedoso sistema de información y ocio interactivo a través del cual los huéspedes pueden acceder desde el televisor de su habitación a contenidos de entretenimiento, así como a agilizar y facilitarle algunos trámites. Aunque estamos en la fase de puesta en marcha, creemos que este es camino, e igualmente estamos incorporando otras iniciativas con las que esperamos obtener muy buena respuesta. Además de seguir una u otra estrategia en la gestión del negocio, el desarrollo de nuestra actividad depende también de otros factores externos; todos necesitamos de un Bilbao activo donde se celebren de manera continuada encuentros y eventos de todo tipo, especialmente de cara a la temporada de invierno en el que el turismo se retrae y nos tenemos que apoyar en la agenda de actividades de la ciudad. En la actualidad, el dinamismo es escaso y sólo un plan de fomento efectivo permitirá cubrir mínimamente las expectativas de una oferta hotelera muy amplia. Es necesario, por lo tanto, trabajar activamente la promoción de Bilbao a nivel nacional e internacional para paliar esta situación en un plazo no muy largo. La recuperación del pulso de nuestro sector depende en gran medida de se activen a tiempo medidas estructurales como esta. En esa línea tendrán que ir otras medidas se tomen, como el programa +Euskadi del Gobierno Vasco, que tendrá su efecto si ha ido acompañado de las acciones pertinentes para darlo a conocer con antelación entre los posibles visitantes, provenientes de otras ciudades.